“Una donante de sangre puede salvar a un niño. Una donante de óvulos lo trae al mundo. Siente el orgullo de ayudar a ser madre. Te compensamos económicamente por tu tiempo y las molestias”. La estrategia de marketing de las clínicas reproductivas, perfecta a la vez que perversa, alimenta un negocio en auge que exige la respuesta del movimiento feminista.
Begoña Zugadi Rodrigo, integrante de FeministAlde!
Durante el pasado mes, una clínica privada de reproducción asistida adornó con un enorme anuncio una de las fachadas frente al Arenal de Bilbao. El texto dice así:
“Una donante de sangre puede salvar a un niño. Una donante de óvulos lo trae al mundo. Siente el orgullo de ayudar a ser madre. Te compensamos económicamente por tu tiempo y las molestias”. Junto al texto se ve a una mujer (joven, blanca, guapa y delgada) entusiasmada y feliz con los puños en alto, celebrando el orgullo de haber ayudado a otra mujer a ser madre. Una estrategia de comunicación perfecta a la vez que perversa, para un negocio en auge y parece que muy rentable.
En Euskadi el 44% de las donantes de sangre son mujeres frente al 56% de donantes hombres. No parece, por tanto, que seamos nosotras especialmente más solidarias y altruistas, pero lo que sí le parece a esa empresa es que las mujeres donamos sangre para salvar criaturas (no por otras razones, y desconocemos las razones por las que lo hacen los hombres). Pero esta clínica nos plantea algo mucho mejor que salvar niños y niñas, algo que nos va a gustar más: traerlas al mundo, ayudar a que otra mujer pueda ser madre. ¡Qué mejor oportunidad!
Sabemos que hoy en día la maternidad no es lo que da sentido a la vida de todas las mujeres (menos mal, ya no lo es, ¡gracias feministas!), pero sí parece que sigue siendo o debe seguir siendo lo mejor que puede pasar en la vida a muchas. Ante semejante oportunidad, ayudar a ser madres solamente a costa de unas pocas molestias y un poco de tiempo, no podemos quedarnos de brazos cruzados, porque eso nos hace malas y egoístas, lo que no es propio de las mujeres.