El pasado martes el @hikaateneo se llenó hasta arriba, con el objetivo de debatir sobre lo que desde Feministalde llamamos “un nuevo internacionalismo feminista”. En el escenario estaban Haizea Miguela Álvarez de @FeminismosMad, Verónica Gago del @ColectivoNUM de Argentina, Luciene da Silva Lacerda del FórumEstadual de Mulheres Negras de Brasil y Leire Groven de FeministAlde.
Sin duda vivimos un momento clave para el feminismo a escala global, con el auge de las movilizaciones en todo el mundo y con un resurgimiento de los debates y reflexiones feministas. En este contexto veíamos necesario seguir pensando colectivamente cómo ampliar y fortalecer un sujeto feminista múltiple y diverso, así como avanzar en nuevas formas de organización de un internacionalismo feminista; para seguir construyendo un movimiento feminista fuerte y en constante redefinición.
Haizea empezó haciendo una genealogía del movimiento en el Estado, recordando que no sería posible hacer hoy una #HuelgaFeminista sin el trabajo de décadas del movimiento feminista. Además añadía, ni el feminismo es una moda, ni la huelga feminista un champiñón. Es fruto de un proceso, un trabajo, unos hitos, una genealogía y una internacionalización.
Respecto a los debates y tensiones, afirmó: apostar por lo común es nuestra estrategia política, al margen de diferencias que podemos tener en determinadas cuestiones, queremos construir en colectivo frente al individualismo del capitalismo. Y terminó recordando que no se trata del acontecimiento de un día, sino que queremos que todos los días del año sean 8M, que haya mujeres haciendo feminismo en todos los barrios y pueblos. Apostamos por la autonomía, la diversidad, lo común, lo colectivo y que se generen además relaciones de confianza.
Vero por su parte, nos acercó al movimiento feminista de Argentina, recordando algunos hitos clave, como el asesinato de Lucía Pérez; pero también dando mucha importancia a la historia y a lo que han significado los Encuentros de Mujeres, que se celebran desde hace más de 30 años; así como a la herencia de las Mujeres de la Plaza de Mayo o a las mujeres piqueteras.
En cuanto al éxito de los paros feministas, afirmó: los #8M son masivos y multitudinarios porque hay tejido durante todo el año. La densidad de la movilizaciones tiene que ver con la micro política cotidiana feminista que se hace a diario en todos los espacios. Y profundizando en lo que ha significado la utilización de la herramienta de la huelga como estrategia de lucha, planteó que la huelga feminista es un horizonte organizativo que empieza a problematizar cómo construir alianzas transversales. En este sentido, explicaba el potencial del movimiento analizando como el feminismo ha pasado a ser un vector de radicalización al interior de cada lucha y cada territorio.
Por ello vemos como el feminismo empieza a ser una caja de resonancia para conflictividades diversas. Al mismo tiempo, añadía: construir el paro nos hizo salir del victimismo y vernos como sujetas de lucha. Al mismo tiempo que generaba debates y preguntas: Cómo hacer una huelga feminista que responda a las circunstancias de todas? Cómo responde la huelga feminista a las que quieren parar pero no pueden?
En tercer lugar, Luciene empezó su charla compartiendo la historia de la lucha de las Mujeres Negras en Brasil desde la época de la colonia. Además, planteó la necesidad de visibilización y reconocimiento, ya que son uno de los colectivos más mayoritarios del país. También nos compartió toda la complejidad que viven en el momento actual, con la llegada de Bolsonaro a la presidencia, que como afirmó ha hecho resurgir el patriarcado y el racismo, que son estructurales en Brasil, pero que ahora aparecen con mayor fuerza.
Un ejemplo claro es el asesinato de Marielle. En sus palabras “sabemos por qué mataron a Marielle Franco pero no quién; la mataron no por lo que ella era, sino por lo que podía ser”. Y añadía, ha sido semilla, ahora tres mujeres negras que trabajaban con ella han llegado al parlamento. Otro ejemplo de este racismo estructural son los últimos desastres ambientales generados por las mineras, que pueden ser considerados racismo ambiental, porque es la población negra e indígena la más afectada.
Por último, entrando en el debate de cómo cruzar el feminismo y el antirracismo, planteó la importancia de visibilizar a las mujeres negras en los estudios médicos y las consecuencias que tiene su invisibilización para la salud. Al mismo tiempo que planteó la necesidad de establecer cuotas, afirmando que es una cuestión importante y compleja, ya que para que haya mujeres negras en los parlamentos y universidades hay otros que no tienen que estar.